Primero fueron los llamados ‘superdepósitos’, que tras la normativa impuesta por el Ministerio de Economía y Hacienda de que aportasen más dinero al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), han quedado prácticamente en un lugar testimonial. Después, para esquivar esa exigencia y seguir captando ahorro, la Banca optó por otros instrumentos, como los pagarés. Ahora llega un nuevo producto tóxico: la deuda 'senior'.
24-11-2011
Tras el escaso éxito de los pagarés, la Banca ha preparado nuevos ‘instrumentos’ para captar el capital de los pequeños ahorradores. Entre ellos se encuentra la deuda ‘senior’ que, a la hora de cobrar en caso de quiebra de la entidad, está por delante de la deuda subordinada y de las participaciones preferentes. Sin embargo, ninguno de estos ‘productos tóxicos’ está garantizados por el FGD, como sí lo están los depósitos.
La semana pasada Banco Santander ofreció a los ahorradores canjear sus títulos de deuda subordinada por bonos ‘senior’, por un valor de 6.800 millones de euros y ahora es La Caixa quien pretende captar 1.500 millones de euros. El principal argumento de la entidad es el interés que ofrece: 5% TAE a tres años, aunque, de momento, no ha registrado las condiciones de esa emisión ante la CNMV.
En todo caso, lo que tienen claro, tanto bancos como cajas, es que los nuevos instrumentos de captación deben tener un coste limitado, si no menor, para ellos. El Banco Santander ha diseñado la operación de canje de deuda subordinada por bonos ‘senior’ de tal manera que le supondrá pagar a los ahorradores entre un 0,5% y un 13% menos de lo que inicialmente tenía previsto hacer. En cifras absolutas ese menor pago podría llegar hasta 641 millones de euros menos.
Bancos y cajas buscan el dinero de los pequeños ahorradores pero evitan dar más garantías
De esta forma, la banca continúa tratando de aumentar sus fondos para mejorar la solvencia y cumplir con las exigencias que le ha impuesto la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) de tener un 9% de capital básico (‘core capital’, en la jerga bancaria). Y para eso están usando como argumento principal el interés que ofrecen a los ahorradores, que oscila entre el 5% y el 7,5%. Eso sí, sin darle nuevas garantías del cobro de la inversión y de la recuperación del capital.
Este nuevo producto tóxico (la deuda 'senior') surge después de que otros instrumentos como los pagarés no hayan tenido el éxito esperado hasta el momento porque dan una garantía mínima de la recuperación del capital y de la inversión, ya que sólo tienen el aval de la entidad emisora.
De hecho, según los datos que se manejan en el mercado AIAF, especializado en renta fija, La Caixa lanzó un programa de pagarés en noviembre pasado por un máximo de 12.000 millones de euros y sólo ha colocado 1.176 millones. Mientras que CaixaBank tiene otra emisión por 6.000 millones de la que sólo ha cubierto 938 millones.
La semana pasada Banco Santander ofreció a los ahorradores canjear sus títulos de deuda subordinada por bonos ‘senior’, por un valor de 6.800 millones de euros y ahora es La Caixa quien pretende captar 1.500 millones de euros. El principal argumento de la entidad es el interés que ofrece: 5% TAE a tres años, aunque, de momento, no ha registrado las condiciones de esa emisión ante la CNMV.
En todo caso, lo que tienen claro, tanto bancos como cajas, es que los nuevos instrumentos de captación deben tener un coste limitado, si no menor, para ellos. El Banco Santander ha diseñado la operación de canje de deuda subordinada por bonos ‘senior’ de tal manera que le supondrá pagar a los ahorradores entre un 0,5% y un 13% menos de lo que inicialmente tenía previsto hacer. En cifras absolutas ese menor pago podría llegar hasta 641 millones de euros menos.
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De esta forma, la banca continúa tratando de aumentar sus fondos para mejorar la solvencia y cumplir con las exigencias que le ha impuesto la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) de tener un 9% de capital básico (‘core capital’, en la jerga bancaria). Y para eso están usando como argumento principal el interés que ofrecen a los ahorradores, que oscila entre el 5% y el 7,5%. Eso sí, sin darle nuevas garantías del cobro de la inversión y de la recuperación del capital.
Este nuevo producto tóxico (la deuda 'senior') surge después de que otros instrumentos como los pagarés no hayan tenido el éxito esperado hasta el momento porque dan una garantía mínima de la recuperación del capital y de la inversión, ya que sólo tienen el aval de la entidad emisora.
De hecho, según los datos que se manejan en el mercado AIAF, especializado en renta fija, La Caixa lanzó un programa de pagarés en noviembre pasado por un máximo de 12.000 millones de euros y sólo ha colocado 1.176 millones. Mientras que CaixaBank tiene otra emisión por 6.000 millones de la que sólo ha cubierto 938 millones.